Y, por fin... ¡nuestra primera Asamblea! Curioso revival, como ahora verá quien la recuerde, de aquella otra e histórica de Casablanca en la que también tuve la fortuna y el honor de participar. De moderador -en la de hoy- un servidor y, claro, un desastre, y tras mi renuncia formal, Jack, de Acampada BCN-Marcha Nordeste. Mis compis han sido benévolos y me dicen que no lo he hecho mal, pero el cambio de moderador ha sido providencial. Total, que la cosa ha dado para nuestras presentaciones -razón por la cual la periodista nos ha tenido que llamar tres veces desde Rusia-, para tratar el tema de la prensa -no saben que tenemos a alguien que habla ruso perfectamente-, para montar algunos grupos de trabajo de emergencia -"Cena de Hoy, Que No Grupo Cerrado De Cocina", "Ruta", no tengo claro si de hoy o para más adelante, y "Dinamización para la Asamblea Popular de Hoy". Por mi parte, he ido a la Asamblea, obviamente sin cargo.
La experiencia ha sido indescriptible. Era a las ocho. Llegamos a menos cinco. Grupos en la plaza, un parquecito cerca del Ayuntamiento -en cuya plaza no se puede acampar ni asamblear porque es un párking-, en los bancos alrededor de un gran parterre central ovalado de césped. Varias familias, y dos chicas muy jóvenes con aspecto de makineras que nos han mirado como si estuviéramos majaras -y de hecho no han dudado en afirmarlo-. Enrique, también de BCN, que se sienta en el suelo en la explanada, megáfono en mano, y se pone a hablar muy tranquilo de las cuestiones políticas más candentes. Mucho rato.
Entonces ha empezado a llegar gente. Primero, un par de curiosos, y después un grupo selecto, pequeño, de gente que se había enterado de la Asamblea hoy mismo a través de no sé muy bien qué canales -la verdad-. Una de las compañeras traía consigo, ya que estoy, un invento genial. La Pancarta Reciclable. Y además era perfecta. Una cortina blanca reciclada, con las anillas de la otra cortina del par cosidas en el lado opuesto a las propias, y para escribir tiras de tela de colores fijadas con alfileres. Con unas puntadas el resultado es mejor, pero a una niña de seis años, una niña del Movimiento, y a mí, no nos daba más que para los alfileres y con eso nos hemos apañado la mar de bien. También han ido llegando varios compañeros de la Marcha, a cumplir haciendo bulto con nosotros -que se nos vea, esa es la consigna-. Al final, francamente, maravilloso. Los compas eran todos del turno de día, lo cual se agradece, y gente lista, con cosas que contar y tantas razones para indignarse como todos, o más. La escuela pública local de primaria, por ejemplo, servirá como laboratorio el próximo curso para nuevo proyecto educativo de Doña Esperanza Aguirre: clases de niños listos, y clase de niños tontos. Y hablo de niños de seis años.
Terminando ya: que la Asamblea SAG, una parte de la de la Sierra Norte, es un gusto por el que recomiendo a todo el mundo que se pase. Que esto mola y promete, y que os dejo con una gente maravillosa a la que he conocido aquí y desde cuya casa os escribo. Gracias por la cervecita y por todo lo demás.
Alberto y Helen: ÁNIMO A TODOS! Estamos muy orgullosos de estas bellas personas que se parten las piernas por representarnos a tod@s. Gracias por recordarnos que se puede y que es muy necesario hablar sin miedo y con mucho respeto.